Amigo, compañero, casi pondría hermano.
No se que decirte. No se que contarte. Sólo se me ocurre contarte lo que hice ayer.
La relación padre-hijo siempre es difícil y algunas más que otras. Lo dejamos en que hace casi quince años que no había visto a mi padre. Fumaba, bebía coñac en las comidas, y cervezas con los albañiles en los almuerzos. Me imagino que también se iría de fiesta sin mi madre, pero eso sólo se supone.
Por discusiones por temas de preferencias de hermanos textualmente les expliqué de que mal se tenían que morir. Mi frase exacta fué que a mi abuela le quedaban cinco años de vida para vivir de usufructuaria en la casa que le habían puesto a mi hermana a su nombre, pero a ellos les quedaban cuarenta años que iban que tener que vivir en una casa a nombre de mi hermana y ni siquiera como usufructuarios, por lo que cuando mi hermana quisiera les iba a tirar a la puta calle.
Esto pasó hace unos quince años. Desde entonces les he odiado y guardado rencor.
Hace unos días me llamó mi ex para contarme lo que le habían contado a una amiga que es la madre de una compañera de clase de mi hija. Lo único que saqué en claro: mi padre, químio, pulmón.
Con mi hermano desde hace cosa de dos años tengo un poco de relación, está en Londres, pero desde que hemos descubierto el whatsapp, pues podemos hablar y todo. La cuestión es que le pregunté a mi hermano directamente y me lo aclaró. Mi padre, por culpa del tabaco tiene cáncer de pulmón, además de la diabetes melitus tipo 2, pinchándose insulina y todas las complicaciones que lleva aparejada la diabetes con glicosilada de 7,9.
Y lo que es peor, rechazó la dosis de quimioterapia por lo que casi se les queda a los médicos. Le retiraron la quimio, dejaron descansar unos días y volvieron a comenzar con una dosis inferior.
Ayer después de dejar a mi hija con mi ex cogí el coche, recorrí los 12 kilómetros que nos separaban y me fuí a darle un abrazo.
Pasé unas tres horas con ellos. Estuvimos hablando sobre todo de mi divorcio y de lo arriba que están mis hijos. Conoces a merillein que toca percusión y flauta. No conoces a Alex, que es el alumno más joven del conservatorio de música que ha entrado a dirección de orquesta y encima con la nota más alta hasta ese momento registrada. Estuvimos hablando.
Y vi a mi madre. Se tomó diez pastillas. Las de la artrosis, las de la circulación, la de la diabetes y las que más me preocupan las que le mandó la psiquiatra. 3 pastillas se tomó mi madre que le había mandado la psquiatra.
Ya no se que más decir. Sólo que cuando me fuí les dí un abrazo después de casi quince años.
Y llevo los ojos llenos de lágrimas. Jordi. Un abrazo. Gracias por dejar compartir mis sentimientos. Un abrazo muy fuerte.