Un día de caminata y fotografía metidos en una tormenta en el Montseny...
En un momento, se abre un poco el cielo a nuestra espalda y empieza uno de los espectáculos de luces más brutal que he presenciado en mi vida... "momento delirante" que dijo Gorka.
Gorka y yo no podemos menos que gritar: sorpresa, alegria, tensión, rabia por no encontrar encuadres, caídas, carreras inútiles, risas, maldiciones... prescindimos del trípode.
Nos invade la sensación agridulce de vivir algo extraordinario pero que se nos cuela la LUZ por entre los píxeles...
El cielo era brutal, pero el "suelo" no... para simplificar el paisaje, decidí meter un primer plano potente, para además contrastar bien los tonos cálidos/frios de la nieve.