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La Taberna del Fotón => Libre como el software => Mensaje iniciado por: Maky en 21 jun 2005, 08:45 am

Título: La lógica perversa del 'copyright' infinito, por José Cervera (EL MUndo)
Publicado por: Maky en 21 jun 2005, 08:45 am
Os paso el enlace y artículo de Pepe Cervera:

Estirar hasta el absurdo los derechos de autor tiene consecuencias
http://navegante2.elmundo.es/navegante/2005/06/08/weblog/1118186243.html

Una vez más, ésta en el Reino Unido http://www.timesonline.co.uk/article/0,,2087-1641428,00.html, la industria trata de extender hasta el infinito y más allá los derechos de propiedad intelectual. Utilizando peregrinas justificaciones se intenta, otra vez, confundir la propiedad intelectual con la inmobiliaria. La industria editorial está dispuesta a salirse con la suya, pase lo que pase y dañe a quien dañe, Y daño hay; la extensión desmadrada de los derechos de autor en amplitud y extensión tiene consecuencias. Como por ejemplo, ésta: que algunos establecimientos de revelado de fotos se nieguen a positivar fotografías demasiado bien hechas http://www.signonsandiego.com/news/computing/personaltech/20050530-9999-mz1b30snap.html, no vaya a ser que estén violando el 'copyright' de un profesional y les caiga una demanda encima. Una vez más: la propiedad inmaterial desbocada linda con el absurdo.

Imagínese la situación: lleva usted un carrete tomado por usted mismo durante sus vacaciones a revelar. Contiene fotos de amigos, parientes, y alguna puesta de sol. Cuando va a recoger sus fotos, el dependiente le informa de que cuatro (o seis, o diez) de ellas no se las va a entregar. La razón: son demasiado buenas, podrían ser obra de un profesional. Y si lo fueran, y usted hubiese escaneado una obra ajena, y la tienda le hubiese entregado las fotos, el profesional podría demandarles... a ellos. Naturalmente, la tienda no quiere correr el riesgo, así que se queda usted sin sus fotos. La consecuencia de una legislación desmadrada de propiedad intelectual es ésta: si sus fotos son demasiado buenas a ojos de un dependiente, las pierde. Los aficionados sólo pueden hacer malas fotos.

Absurdo, dirán. Exceso de celo por parte de un trabajador no cualificado, tal vez. Una exageración.

Pero una exageración que tiene lógica según la actual letra de la ley, que castiga a quien ayuda a cometer una violación de la propiedad intelectual aunque no lo sepa. Según la lógica retorcida de una ley diseñada para los tiempos de antaño, las fotos buenas son de profesionales; los profesionales tienen 'copyright', y si no hay prueba fehaciente de su permiso el hacer una copia es violar sus derechos.

Las leyes actuales están diseñadas para otros tiempos, cuando sólo unos pocos eran autores profesionales y los canales de distribución eran limitados y fáciles de controlar. En el mundo de Internet, las cámaras digitales y la eclosión del autor 'amateur' las premisas que subyacen a la ley están obsoletas. Y una ley obsoleta es peligrosa, especialmente cuando se extiende y refuerza continuamente en un fútil intento de detener la marea.

Este tipo de cosas serán cada vez más comunes con el paso del tiempo. La perversa lógica de las leyes actuales fuerza a que los terceros inocentes se protejan de sus consecuencias. La reducción al absurdo demuestra que las bases de esas leyes están periclitadas. Es hora de probar nuevos modelos de compensación a los autores que no exijan intentar detener lo imparable. Endurecer las leyes y extenderlas en el tiempo tan sólo causará más daños colaterales, sin curar la enfermedad real. La propiedad intelectual nunca ha sido equivalente a la inmobiliaria; cada vez lo es menos, y ninguna absurda acumulación de leyes cambiará eso. Hay que ponerse a pensar en otra solución, ya.

Saludetes,

Maky
:sol