A ver, ellos mismos se contradicen. El RAW no se toca, solo que le "regalan" una mochila con un manual de procesado. Si de verdad se tocase tanto como ellos dicen el resultado final no variaría (respecto a la corrección de lente) entre un software comercial y uno libre, pues el libre no tendría información de donde crear la diferencia.
Traducción: si usas un revelador RAW comercial tu mismo te estás limitando a la hora de tener información para trabajar con al imagen, dado que estos procesadores pillan la información de la mochila y la aplican a cascoporro, de forma transparente para el usuario final.
Esto cada vez deja más claro que la intención de la industria es abarcar más mercado de gente que
no tiene ni idea de lo que hace a costa de restar posibilidades a los profesionales que si saben lo que hacen y que, es posible, si quieran tener esas distorsiones.
Es más, en el caso de las DSLR es peor, dado que ves la realidad a través del espejo para luego ver esa deformación corregida de manera "mágica".
Que si, que el tema de que se nos ayude mola, pero una cosa es ayudar y otra muy distinta es eliminar opciones sin darnos la posibilidad de elegir.
Me recuerda enormemente a este texto:
Incluso esta interfaz de usuario empezaría a parecer tremendamente complicada pasado un tiempo, con tantas opciones y tantas interacciones ocultas entre opciones. Se volvería casi inmanejable --el problema del doce parpadeante de nuevo--. La gente que nos la proporcionó tendría que proporcionar también asistentes y plantillas, dándonos unas pocas vidas por defecto que pudiéramos usar como base para diseñar la nuestra. Lo más probable es que estas vidas por defecto le parecieran bastante buenas a la mayoría de la gente, de todas formas, así que les fastidiaría enredar con ellas por miedo a empeorarlas. Así que, tras unas pocas versiones, el software sería aún más simple: lo iniciarías y te presentaría un cuadro de diálogo con un único botón grande en medio etiquetado: vivir. Una vez pulsaras ese botón, empezaría tu vida. Si algo fuese mal, o no respondiese a tus expectativas, podrías quejarte al Departamento de Atención al Cliente de Microsoft. Si te atendiese un empleado de atención al público, te diría que tu vida iba bien, que no le pasaba nada y que en cualquier caso irá mucho mejor con la próxima actualización. Pero si insistieras, y te identificaras como avanzado, podrías hablar con un ingeniero de verdad.
¿Qué diría el ingeniero, una vez hubieras explicado tu problema y enumerado todas las insatisfacciones de tu vida? Probablemente te diría que la vida es una cosa muy difícil y complicada; que ninguna interfaz puede cambiar eso; que cualquiera que crea lo contrario es un imbécil; y que si no te gusta que escojan por ti, deberías empezar a elegir por ti mismo.
Si no lo conocéis, pertenece a la obra
En el principio... fue la línea de comandos, de Neal Stephenson, escrito en 1999, pero que sigue pudiéndose aplicar.
La gente quiere hacer, pero no quiere aprender.