Buenas,
pues eso, ayer estuve de compras fotográficas pre-viaje. Como dice el título, antes de empezar un viaje haces una especie de promesas como las de cuando empieza un año o vas a escribir una carta a los reyes magos a ver si cuela.
Lo primero fue a la hora de comprar carretes de diapo. El año pasado hice muy pocas. Parte por el uso de la digital, parte por la pereza de sacar la cámara "grande" con lo fácil que era sacar la pequeña... parte, vaya usted a saber porqué. Luego cuando ves las diapos, te arrepientes de no haber hecho más, así que este año me he propuesto hacer muchas diapos. 40 carretes frente a los 17 del pasado. Veremos. Así puede que tampoco haga tantas digitales ayudado también porque con más resolución me cabrán menos, por lo que mejor no compro muchas tarjetas y me quedo con una selección de imágenes que luego sea más rápida de procesar...
Voy cuarenta y cuatro días a un país que una de las cosas que te llama la atención cuando ves páginas por ahí son las fotos. No se si lo había dicho.
También compré una bolsa-funda de protección para la lluvia que te metes dentro la cabeza y hombros con la cámara. Por eso de si el Monzón todavía da sus coletazos.
Y bueno, la estrella de las compras fue un cruce de cables preguntando por trípodes ligeros en que después de comentarme los que te aligeran el bolsillo, me enseñó uno de 60 euros de imitación y material básicamente plástico que tiene como principal ventaja su peso de 890 gr. y su tamaño de 48 cm. frente a mi último Velbon de toda la vida de hace unos años, cuando empezaban a hacerlos ligeros, o sea, 2,5 Kg.
La pregunta ahora es ¿me lo llevaré al viaje o habré tirado 60 euros?
En este caso lo malo no es añadir el peso al equipaje, sino a la mochila de mano, que es la que llevas a cuestas todo el día. Tengo una semana para pensármelo y esto era una taberna para contarlo. ¿no?
Saludos,
Colegota
PD AAH, sí, y también usaré el flash grande en vez de el de la cámara.