Para ver a la Santa y a Merillein porque el señor director estaba de cursillo. Así que aproveché para afotar un poco.
Cuando llegué a su altura me enamoré de ella. Era difícil hacerle una foto por la cantidad de gente que paraban a su alrededor para admirarla, pero en un descuido pude sacar el tele y hacerle un bonito robado
A veces el momento capturado no es el que debiera haber sido por unas centésimas de segundo, pero me sigo preguntando ¿donde miraba?
Cuando no hay desnudos, te los inventas. Aquí una mozuela huyendo en bisca de su libertad tras romper alguna cadena
Aquí lo divertido es observar el cromatismo que se produce tras pasar la camiseta por el proceso de mojado/sudado marino en aquellas zonas cubiertas por esas telas que las mujeres dicen que no quieren que veamos pero que saben insinuarlas muy bien.