Me pongo a leer la discusión que habéis enlazado, y ¿sabéis cual es el problema? Que todos tienen razón (salvando el tema de las descalificaciones personales, claro).
Para mí, la mayor parte de los argumentos que usan los de un frente son válidos, y los que usan los del frente contrario, también. Precisamente las discusiones más difíciles son donde ambas partes llevan razón. Y es que en esete caso, el usar uno u otro software es más un tema de convicciones personales que de ventajas e inconvenientes.
Lo primero: Yo no criminalizo a nadie por usar uno u otro software, sea libre, propietario, tenga licencia o sea pirata. Cada quién es libre de hacer lo que quiera, y yo no soy nadie para recriminar ni echarle en cara a nadie lo que instala en su ordenador. Si tiene algo pirata instalado, puedo mostrarle una alternativa libre, pero en ningún momento trato de adoctrinar, porque eso tampoco va conmigo.
Lo segundo: Uno de los argumentos que más se maneja es si un programa propietario es más potente que su equivalente libre. Muchas veces es así. Y es normal, no es lo mismo una empresa que vive de ello, y donde trabajan un grupo de desarrolladores 8 horas diarias que un grupo de gente que programa "por amor al arte", sin obtener un beneficio económico por ello. Ahora me diréis que el "grupo de gente" es mucho más numeroso y que todo el que quiera puede modificar el código abierto. Es cierto, pero precisamente eso provoca que los desarrolladores estén menos unidos, y que en ocasiones cada uno tire por un lado a la hora de continuar los desarrollos. Sí, ya sé que a veces detrás de los programas de código abierto también hay empresas, que viven de dar soporte y mantenimiento al software que crean, pero es otro modo de hacer las cosas.
Pero es que, aunque el soft libre sea menos potente, yo lo que creo que hay que preguntarse es... ¿realmente un usuario doméstico necesita la potencia que le proporciona un programa "profesional", o con algo más modesto puede obtener (a su nivel) los mismos resultados? Y en el 95% de los casos, la respuesta es que NO necesita ni saca partido a las posibilidades de un programa profesional.
Y para finalizar, simplemente creo que no tiene sentido entrar en este tipo de discusiones, porque (insisto), depende más de las convicciones y la conciencia de cada uno que de los argumentos que se utilicen, ya que los hay a favor y en contra de cada una de las posturas.