Supongo que es cuestión de gustos. Si es posible en el momento del encuadre al hacer la foto, ser escrupuloso, de esta forma nos ahorramos desperdiciar picheles y al final la calidad de la toma no se resiente. Pero si es necesario se recorta por donde haga falta.
Hubo una época en que los mas puristas del formato, ni recortaban ni retocaban, la foto tal cual salia era tal cual vista. Cosas de modas y estilos.
Saludos
Jose