Buenas,
pues para los que os "perdisteis" el discurso, os hago un resumen.
Más que nada porque aunque son cosas que apetece decir de vez en cuando, las reservé para el momento, pero quiero extenderlas a los que no pudisteis estar ahí, pero estáis aquí.
Lo primero y sobre todo, insistir en la idea de que esto no es la página de alguien, sino de una Comunidad. Que está diseñada para eso y no tiene sentido de otra forma. Que os la toméis siempre como vuestra página.
Lo segundo, agradecer precisamente eso. Que en estos tres años habéis estado ahí, incluso contra viento y marea en los momentos malos y que entre todos hemos hecho lo que ahora es.
Y muy en especial, agradecer la presencia, el apoyo y los ánimos que me habéis dado en el último año. Que justo cuando más lo he necesitado ha sido cuanto más he tenido y que ya sabéis que el portátil conectado a FotoLibre fue mi punto de apoyo para salir adelante.
Y de ahí vienen los copones. Quería tener un detalle y pensé en algo típico de mi tierra, que a mi personalmente me gusta mucho. Esta gente
tiene una página, aunque no muy "ortodoxa" y que lo que yo creo que es lo principal no lo cuentan ahí, pero está en la tarjeta que acompañaba a los copones y que me dejé en casa.
Pieza hecha a mano. Siguiendo las técnicas artesanales de los alfareros moriscos que poblaron Muel hasta el siglo XVII y nos legaron su rica artesanía.
Todas las piezas son reproducciones de la antigua cerámica de Muel, sobre todo de los siglos XVII y XVIII. Torneada y decorada a mano sobre esmalte. Sometida a dos cocciones a 1000º.
Creo que fue en los años sesenta cuando encontraron los antiguos hornos árabes y empezaron a investigar. Luego algunos de los que participaron en la Escuela Taller montaron sus negocios siguiendo la tradición.
En realidad, yo lo que había pedido era un cáliz, que es más bajito y cabe mejor en el congelador. Como dije entonces, un buen uso es para tenerlo frío y servir en él la cerveza, sobre todo si es cerveza buena, porque la mantiene fría mucho tiempo y tiene
su aquél lo de beberla en un vaso medieval. Si os cabe en el congelata, haced la prueba.
Ah, y lo de dejarnos el grifo no estaba ni pactado ni nada. Fue el dueño de
El Torreón el que tuvo la idea y aprovecho para agradecerle públicamente otra vez lo bien que estuvimos y lo bien que nos trató.
¡Alcemos nuestras copas y copones por FotoLibre!
Saludos,
Colegota