Joer... ¡que falta el gato!
Pues ya tenemos aquí al gato:
En la misma cabaña pasiega de la foto de grupo. Se ve que la cabaña es fotogénica porque aquí sale en otra foto. He respetado el ambiente que le ha dado Colegota a las fotos del grupo:
pero esta vez el lugar del gato lo ocupa un perro. Fijaos en la pinta del pecoso, que si estuviéramos en Sierra Maestra en lugar de las montañas pasiegas lo hubieran confundido con un revolucionario. Y si no, miradlo en esta foto (cambiad mentalmente la cámara por un subfusil...)
En contraste con Marta, que no tiene esa pinta de Che Guevara
Aquí he pillado al comando preparando la emboscada
Y por último, una foto al cocido montañés con el que recuperamos fuerzas... bueno, a lo que quedó. Esta vez, en un procesado más tradicional